Nuestra Visión no es otra que conseguir cada día que nuestro centro asistencial, permita vivir al residente con autonomía para tomar sus propias decisiones, y la dignidad de trato que todo ser humano merece, máxime, si se ha llegado a la ancianidad y debe pasar esta última etapa de su vida en un centro, alejado de su entorno cotidiano y su propio hogar.
Por todo ello, llegar a nuestra residencia tiene que tener como primer objetivo que se siga sintiendo él/ella misma, con sus gustos y preferencias, con su manera de ser y estar en la vida, con sus vivencias y experiencias propias. De ahí, que en base a cada persona y siempre contando con ella, elaboremos un Plan de Intervención Individualizado, un proyecto vital de la persona residente en el centro, con el que se sienta plenamente identificada.
Una persona mayor dependiente, debe sentirse cliente del servicio residencial y hacer valer los derechos que la Ley de Dependencia le otorga para ser cuidado con parámetros de calidad asistencial en los servicios que se le prestan y calidad humana en el trato que se dispensa.